Estamos a finales de agosto y empieza la temporada de limícolas en paso postnupcial hacia sus cuarteles de invernada.
Visitamos unos arrozales baldíos en la marjal de Sollana y la cosa ya estaba animada. Pudimos hacer una buena sesión fotográfica de las especies más habituales de este ecosistema: un grupito de flamencos, combatientes, andarríos, correlimos y chorlitejos chicos. Otras especies como los moritos, las cigüeñuelas y algunas garzas siempre están por aquí.
Es un momento muy interesante, pues el continuo ir y venir de especies durante el paso migratorio puede deparar sesiones muy entretenidas, amén de observaciones muy interesantes, como el año pasado que pudimos disfrutar durante un par de semanas de la presencia de un falaropo picofino.
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