sábado, 16 de marzo de 2024

JOVENES GUERREROS

Aunque en la ruta de Chulilla no vimos machos de cabras adultos, si podemos destacar a dos jovenzuelos que estaban librando un intenso combate a topetazo limpio.

Sin duda, estaban jugando a ser mayores y preparándose para lo que les espera cuando sean adultos y tengan que pelear por las hembras.

La lastima es que cuando se produjo la pelea no estaba bien posicionado, así que las fotos no son de gran calidad.


martes, 12 de marzo de 2024

BUSCANDO AL MACHO MONTES

De momento todas las cabras montesas que he fotografiado hasta ahora son hembras y jóvenes, y ya va siendo hora de pillar a un gran macho montes.

Los machos, fuera de la época de reproducción (entre noviembre-enero), son ejemplares solitarios, esquivos y difíciles de ver, pero como durante esos meses apenas pude salir al campo, lo voy a intentar ahora en marzo a ver si tengo un poco de suerte.

Para ello vamos a Chulilla, donde sé que las cabras son bastante abundantes por este terreno tan agreste de profundos cañones y abruptos barrancos. Además, en una ruta previa por la zona en junio del año pasado ya hice el trabajo de campo y localicé cerca del Frailecico (un risco que asoma al profundo cañón del rio) una ladera rocosa orientada al Sur con muy buena pinta para las cabras.

En este caso no haremos una ruta al uso, aunque algo vamos a andar (al final de la mañana, el GPS me marco un total de 6 km y 400 metros de desnivel), sino que venimos a buscar a las cabras y para ello madrugaremos y buscaremos una buena ubicación sobre esa ladera soleada y allí haremos una espera a ver si aparece algún rebaño de cabras y se ponen a tiro de foto.

Lo de madrugar es importante porque las cabras solo son activas a primeras y últimas horas del día. Estos animales son rumiantes, así que con el frescor de la mañana pacen toda la hierba que pueden y a media mañana se encaman a descansar y a rumiar toda la hierba recolectada por la mañana.

Así pues, a las 7,15 h llegamos a Chulilla y a las 8,00 h ya habíamos ascendido todo el desnivel y ya estábamos en el punto de espera con todo el equipo preparado a la espera de acontecimientos. En una hora de espera han pasado por allí una hembra con su chivo y un grupito de tres machos jóvenes, aunque de machos adultos, nada de nada.

Como también me apetecía mover las piernas, después paso a una búsqueda de cabras más activa y recorro el barranco por las partes altas intentando acercarme a nuevos grupos de machos jóvenes que se desperdigaban por la ladera.

Así pues, mañana muy entretenida y disfrutona. Si obviamos el hecho de no encontrar ningún macho adulto, que por otra parte era el objetivo, la sesión de cabras ha sido estupenda, he podido fotografiar cerca de 15 ejemplares entre hembras, chivos y jóvenes machos, lo cual ha estado muy bien.