lunes, 27 de mayo de 2019

ABEJARUCO COMUN


El abejaruco común es un ave bellísima e inconfundible, gracias a su cabeza canela, su pecho azul, su vientre verdoso, su cuello amarillo y la lista negra que adorna su ojo, además de su pico típico de insectívoro.
El reclamo es un pi-pi-pi-prruut muy característico e inconfundible, que emite de forma incesante. Habitualmente lo profiere en vuelo y puede escucharse a largas distancias.
El abejaruco europeo es un migrador transahariano que inverna en el África tropical, en dos regiones separadas: una franja en África occidental, y un amplio sector más al sur, entre el Congo y Zimbabue. Abandona sus territorios de cría europeos hacia mediados de agosto, para regresar al año siguiente en marzo-abril. 
Presente sobre todo en terrenos abiertos donde busca cortados, taludes y paredes verticales arenosas para excavar sus nidos. Ausente en bosques y alta montaña. Prefiere zonas de pastizal y con arbustos o arbolado disperso. 
Especie estrictamente insectívora durante todo el año. Consume principalmente himenópteros, siendo los coleópteros la segunda presa en importancia. Captura las presas en vuelo.





































jueves, 23 de mayo de 2019

EL MEJOR MIRADOR DE LA ALBUFERA


Nos desplazamos a Alcira y en concreto al valle de la Murta para ascender al Cavall Bernat, un destacado pico de la Sierra de la Corbera y posiblemente el mejor mirador de la albufera y de la marjal de Sueca y Cullera.
Para la excursión seguiremos las indicaciones del sendero PR-CV.335, muy acertadamente denominado como "Senda panorámica", el cual asciende suavemente por la vertiente que da al mar Mediterráneo y tras alcanzar la cima, vuelve por el lomo cimero al punto de inicio de este espectacular sendero.
Como nos quedamos con ganas de más tralla, antes de terminar cogemos las señales del sendero PR-CV.334 y damos un pequeño rodeo para pasar por el encantador Monestir de la Murta y su bucólico entorno. 
Recorrido de grandes panorámicas bajo paredones de blanca caliza. La ruta tiene cierta dureza (11,5 km y 600 m de desnivel) y el tramo final de ascensión al Cavall Bernat tiene una pequeña trepada sin dificultad, pero la espectacularidad de la ruta lo compensa y el esfuerzo está más que justificado. 
Sin embargo, la mala suerte se ha cebado con nosotros, pues hoy había una densa neblina en la llanura litoral y nos ha privado de disfrutar de la vista aérea de la marjal de Cullera y Sueca. No hay mal que por bien no venga, pues ahora nos obligaremos a repetirla en invierno con la marjal inundada.  














 

lunes, 20 de mayo de 2019

LOS OKUPAS DE LA COLONIA


Ahora que el tema no puede estar más en boga, la colonia de abejarucos tiene unos curiosos “okupas”. Una pareja de mochuelos se ha apropiado de un nido abandonado de abejaruco, lo ha agrandado a su tamaño y se ha instalado en él.