La corneja negra es un ave de tamaño parecido a una paloma, pero mucho
más estilizada y de plumaje de color negro intenso, al igual que sus ojos, por
lo que no suelen destacar con el plumaje. Su cabeza es ancha y pico de color
negro. También destacan sus patas de color gris oscuro. De cerca se pueden
apreciar en su plumaje irisaciones de color verde y azul. No se aprecian
diferencias entre ambos sexos.
El hábitat natural de esta especie son zonas de campo abiertas con
árboles, tales como olivares, lindes de los bosques y encinares adehesados. En
general se las suelen ver en parejas, aunque la se observa una conducta
gregaria que las hace más detectables cuando se posan en dormideros o zonas
donde puede haber comida en abundancia.
Tienen una dieta omnívora. Comen gusanos, caracoles, larvas, huevos de
nidos de otras especies, cadáveres de otras especies (de ahí su afición a
rondar las carreteras), pero también semillas, pequeñas frutas, y son asiduas
en los vertederos de basura.
Suelen buscar dormideros permanentes en árboles, preferentemente si
estos son altos.
Se las tiene por animales muy inteligentes, a lo que puede contribuir
su elevada longevidad, ya que pueden vivir hasta 70 años.
El aguilucho lagunero es una rapaz de tamaño medio y aspecto bastante
estilizado, aunque ciertamente más robusto que los restantes aguiluchos
presentes en nuestra fauna, a los que también supera en envergadura.
El macho tiene la cabeza y la nuca grisáceos, las partes inferiores son
rojizas y van pasando a un tono crema según avanzamos hacia el pecho, y la
parte inferior de las alas es blancuzca con las puntas negras. La hembra es más
grande, con un plumaje en general pardo-achocolatado pero con la cabeza, la
garganta y los hombros amarillentos. Son frecuentes los casos de melanismo y de
diseños atípicos.
Se trata de una especie residente en la Península, donde recala también
un importante flujo de migrantes originarios de Centroeuropa y los países nórdicos,
una parte de los cuales permanece entre nosotros todo el invierno, en tanto que
otra continúa su periplo migratorio hasta cruzar el estrecho de Gibraltar entre
septiembre y la primera quincena de octubre. Las aves que acuden para invernar
se instalan, preferentemente, en grandes humedales del sur y este de la
Península, territorios que abandonarán al comienzo de la primavera.
Está ligado a humedales con abundante vegetación palustre: carrizo,
eneas y juncos. Para cazar suele verse en campos de cultivo, baldíos o
pastizales. También puede establecerse en grandes extensiones de cereal.
Su dieta se basa en pequeños mamíferos (conejos, roedores), aves,
reptiles, y en menor medida anfibios, peces y huevos.