domingo, 30 de octubre de 2016

LA PERELLONA Y NUBE DE ESTORNINOS

Desde hace unos días se está produciendo en la marjal otro cambio de calado. Se trata de la inundación invernal de los arrozales, también llamada “perellona”.
Como esta inundación se lleva a cabo cerrando las compuertas por las que la albufera desagua en el mar, los primeros arrozales en inundarse serán los más próximos al lago ya que son los primeros que reciben el agua y también los que más profundidad tendrán.
Poco a poco se irán inundando los demás arrozales, aunque los más alejados al lago reciben poca agua e incluso se pueden quedar completamente secos. 
Todo un espectáculo del que nos privaremos en gran parte porque al mismo tiempo también se cierran al paso los caminos que se adentran en el laberinto de los arrozales. El motivo es la apertura de la temporada de caza que empezó el pasado día 12 y cuya prioridad es mantener los arrozales y a las acuáticas que en ellos se concentran al margen de cualquier molestia humana. 
Estos días, una vez terminada la época de reproducción, los estorninos se concentran en grandes bandadas, de cientos e incluso miles de ejemplares, que recorren la marjal libre de agua en busca de los granos de arroz desaprovechados por las cosechadoras. Es una buena oportunidad de ver evolucionar estas auténticas nubes de pájaros como vuelan en perfecta sincronía como si fueran un solo individuo.


La incipiente perellona en el Tancat de les Cabiles




Nube de cientos de estorninos

  

lunes, 24 de octubre de 2016

ARRENDAJO

El arrendajo es un córvido de mediano tamaño y hábitos netamente forestales. Tiene la costumbre de enterrar una parte de los frutos que recolecta, con lo que contribuye a la expansión de las masas forestales.
Presenta una coloración pardusca o pardo-rosácea, las alas son negras y en vuelo se observan unas llamativas manchas blancas, la cola es también negra, el obispillo de color blanco, y presenta una característica bigotera negra. El píleo, blanco con un barreado longitudinal en negro, es eréctil.
Es un ave residente en toda su área distribución, si bien algunas poblaciones del norte y este de Europa se muestran parcialmente migradoras. 
Ocupa todo tipo de bosques, si bien prefiere los caducifolios y de coníferas, donde se instala especialmente en las zonas más aclaradas y en el límite de las masas forestales. En buena parte de España habita también en bosques esclerófilos, como encinares y alcornocales; puede frecuentar zonas suburbanas y parques. 
Su dieta se basa preferentemente en semillas, tallos, insectos, frutos secos, gusanos e incluso pequeños roedores. Pero lo más curioso es que almacenan alimento para la temporada invernal. El arrendajo utiliza su pico para esconder entre la corteza de los árboles, entre las raíces o en el suelo las semillas, bellotas y otros frutos que ha ido capturando previamente. De esta forma se asegura una correcta alimentación en la época en que más escasea el alimento. Este hábito de esconder frutos, de los que luego olvida muchos, particularmente bellotas, le convierte en un importante agente reforestador natural de nuestros bosques. Se estima que una temporada un solo ejemplar es capaz de almacenar entre 4.500 y 5.000 bellotas,  lo que puede dar idea de su papel en la regeneración natural de nuestros bosques.