miércoles, 12 de octubre de 2016

VUELVE LA POLEMICA

La cosecha, que empezó durante la segunda quincena del mes pasado, ya está en la fase final y ya ha comenzado la controversia que provoca la difícil eliminación de los miles de toneladas de paja de arroz que queda desperdigada por los campos después de que las maquinas recolecten el grano.
Hace años se quemaba en el mismo campo armando grandes fumarolas de humo blanco y denso que llegaba hasta las pedanías del sur e incluso al acceso de la pista de Silla. En 2007 esta práctica quedo en suspenso, pues Europa ofrecía ayudas medioambientales a los arroceros a cambio de no quemar la paja y dejarla en el campo para después fanguearla, aunque esto también trajo problemas porque la pudrición de este material emite gases perjudiciales para la fauna del lago y al parecer se produjeron algunas mortandades de peces.
También se ha intentado reciclar este material recogiéndolo en grandes fardos e intentando convertirlo en compost o comida para ganado, pero no parece clara su viabilidad económica y siempre se ha hecho a muy pequeña escala.  
El caso es que el año pasado se acabaron las ayudas europeas y aunque la mayoría de paja se quedó en los campos, algunos arroceros optaron por volver a quemarla. 
Este año apenas comenzó la cosecha de arroz ya se alzaron algunas voces de diversos colectivos en contra de esta actividad: 
«Estudios realizados en algunos países reflejan que aumentan las enfermedades respiratorias coincidiendo con la quema de restos agrarios, también que hay un incremento de la crisis de asma de entre un 15 y un 20%, crece el uso de la medicación para esta afección, mientras que los estudios de la función pulmonar antes y después de la quema señalan que empeora claramente». El presidente de la Sociedad Valenciana de Neumología (SVN), Jaime Signes-Costa, lo tiene claro: «no hay duda que la quema de restos agrarios empeora la función pulmonar y la capacidades respiratorias». 
Sus afirmaciones refuerzan el rechazo que colectivos vecinales y ecologistas muestran hacia esta práctica. Así, Pepe de la Rubia, coordinador de Ecologistes en Acció en la Comunitat destacó que la quema de la paja del arroz es «un problema de salud pública y ambiental de primer orden, por la cantidad de quemas y la simultaneidad»; por lo que considera que es una práctica «que hay que erradicar».  
Así pues, en una nueva reunión entre los responsables de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, los arroceros del parque natural de la Albufera y los ayuntamientos implicados, se acordó que los consejos agrarios presentarán unos planes de quemas «controladas y organizadas en unas horas y unos días determinados para minimizar las molestias», mientras que la autoridad ambiental supervisará y establecerá las condiciones de aquellas que se puedan llevar a cabo, precisando que se realicen entre el mediodía y la caída de la tarde y en días en los que no haya viento.   
Ah, y para seguir con temas polémicos, hoy se abre la veda de caza de acuáticas en nuestra comunidad.  
Según la ORDEN  16/2016, de  13  de  julio, de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente,  Cambio  Climático  y  Desarrollo Rural, la caza de acuáticas en nuestra comunidad abarcara del 12 de octubre de 2016 al 12 de febrero de 2017, pudiendo ser el período inferior, si así está dispuesto en las resoluciones aprobatorias de los planes técnicos de ordenación cinegética. En el Parque Natural de la Albufera el período de finalización será el 5 de febrero y regirá por su normativa propia.


Arrozales cosechados


Mucha actividad de cosechadoras estos ultimos dias

La quema ya ha comenzado en algunos sectores de la marjal







  

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