El búho chico es una rapaz nocturna de mediano tamaño que se caracteriza por presentar un plumaje extremadamente críptico, de color marrón ocre con intensidad variable, que se extiende desde los tones crema hasta el marrón oscuro, salpicado en el pecho por manchas y lágrimas oscuras. Uno de los principales rasgos distintivos en su cabeza es la presencia de unos penachos faciales muy destacados, que le permiten difuminar su silueta y mejorar su camuflaje mientras descansan durante el día en las ramas de árboles.
El búho chico, aunque depende estrechamente de las formaciones boscosas para criar, prefiere zonas con arbolado disperso, bosquetes-isla y sotos ribereños, y se instala junto a claros y linderos si se trata de un bosque muy extenso. La especie siente especial predilección por los pinares, asentándose incluso en los de repoblación.
Como el resto de rapaces nocturnas, el búho chico no construye nido alguno, por lo que ocupa nidos abandonados de otras especies, como ardillas, palomas torcaces, córvidos u otras rapaces diurnas.
Aunque sus hábitos son nocturnos, suele cazar al amanecer, incluso, aunque raramente, a pleno día. Lo hace en terrenos despejados y tierras de cultivo.
Sus principales presas son roedores, sobre todo ratones, pero también topillos, aunque en invierno depreda también sobre pequeñas aves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario