Probamos sesión en un arrozal inundado y no hemos tenido mucha suerte, pues solo apareció una solitaria lagunera y además solo estuvo un par de minutos y casi sin cambiar de postura.
Sin embargo, la larga espera la compenso la belleza del ejemplar y lo atractivo del escenario.
Visita al hide de Ribarroja a fotografiar invernantes, y donde lo más destacado fue la presencia del alcaudón real y del cernícalo común (aunque este solo se asomó a cierta distancia desde una pitera cercana).
A pesar de la ausencia del pito real y del mochuelo, fue una sesión animada con las especies habituales de la zona (cogujada montesina, gorrión, tórtola turca, curruca cabecinegra, carbonero común, urraca y las palomas asilvestradas) y las especies más comunes del invierno mediterráneo (colirrojo tizón, tarabilla común, petirrojo y lavandera blanca).
También destacaría la presencia fugaz de una perdiz roja, sobre todo porque a estas alturas de la temporada de caza, es casi una heroicidad encontrar algún superviviente de esta especie tan perseguida.
En la sesión anterior, aparte de la aparición fugaz del norteño, también destacar la visita de la calzada (hacia semanas que no la veíamos) y de un bonito macho de lagunero.
