A pesar de que los charranes ya tienen en marcha su
colonia de cría en el Raco de l´Olla, sus primos pequeños, los charrancitos aun
andan un poco retrasados en sus tareas reproductoras.
Hace unos días visite el estany de Pujol y ahí
andaban ocupados en los cortejos y las copulas.
Es muy interesante observar su ritual previo a la
copula donde el macho intenta seducir a la hembra con el obsequio de un
pescadito y una serie de posturas estereotipadas.
El vallado perimetral del lago ha sido una decisión
acertadísima y brinda la protección necesaria para que unas pocas especies en
peligro de extinción dispongan de un espacio adecuado donde poder reproducirse
con relativa tranquilidad.
Aunque las aves suelen permanecer en la orilla más
distante del vallado, con paciencia y un poco de suerte, siempre hay algunos
ejemplares que se confían y se acercan lo suficiente para poder hacer buenas
fotografías.
En mi caso pude observar muchos cortejos y hasta
tres copulas, la mayoría de las veces algo lejanas, pero al final la suerte me
sonrió y una parejita hizo su ritual completo a una distancia más que aceptable
y lo pude disfrutar a gusto.