Siguiendo los pasos de los acentores alpinos, vamos a Chelva a ascender al pico del Remedio, otra cima en la que parece que invernan un grupo de estos simpáticos pajarillos.
Recorrido fantástico y no demasiado duro (unos 13,5 km y 700 metros de desnivel). Caminamos casi exclusivamente por sendas y caminos anchos, por zonas muy arboladas y podremos disfrutar de extensas y dilatadas panorámicas.
Para el ascenso, usaremos el PR-CV. 91, un sendero de pequeño recorrido y todo un clásico en el senderismo de la sierra. Este sendero arranca en la plaza de toros de Chelva y en un cómodo trazado a golpe de lazadas nos lleva hasta el Santuario del Remedio. Este tramo de sendero es un auténtico lujo y está sustentado en muretes de piedra para una mejor conservación al paso del tiempo, una autentica obra de ingeniería civil de nuestros mayores cuando se necesitaban caminos de comunicación entre los pueblos a través de las montañas.
El entorno del Santuario es muy agradable. Allí encontraremos la ermita, el Mirador astronómico de la Cruz y una bonita área de picnic a la sombra de una gran chopera.
Desde el Santuario hasta el pico del Remedio, seguimos el marcaje del PR-CV.91, aunque esta vez la dificultad del camino sube de nivel, muy abrupto y empinado (no en vano ascendemos unos 200 metros de desnivel en apenas 400 metros) e incluso tendremos que usar las manos en algún punto. Durante este trayecto veremos abundantes excrementos frescos de algún ungulado, ¿quizás cabra montés?
En la cima hay instaladas unas antenas de telefonía y una caseta de vigilancia contra incendios.
Busco los acentores en la cima y al no encontrarlos hablo con el vigilante, el cual si me confirma la presencia de los acentores alpinos en esta cumbre, pero no todos los días ni a todas horas, más bien se pasan por aquí de vez en cuando. También me comenta que los excrementos que vimos por el camino pertenecen a los corzos, no a las cabras montesas como yo creía.
Aprovechamos para almorzar y esperamos a los acentores unos 15 minutos, pero como no tenían pinta de venir y aun nos quedaban 2/3 de camino por hacer, tenemos que desistir y seguir ruta.
El siguiente tramo es un recorrido siguiendo las onduladas formas de los Altos del Mozul. Un bonito sendero sin señalizar (pero muy claro) recorre estos romos promontorios en un bonito entorno de pinares y carrascas y disfrutando de dilatadas panorámicas a ambas vertientes. En este tramo podemos observar numerosas hozadas de jabalí.
Al llegar a un marcado collado, tomamos un sendero que a media ladera entre un fresco y frondoso pinar, nos lleva en decidido descenso hasta Chelva. El sendero de este tramo cuenta con el apoyo de fitas de piedras, pero es perdedor con varios cruces con otras sendas poco claros. Desde luego recomiendo aquí el uso del GPS para tomar los desvíos correctos.
