Una de las sorpresas más inesperadas en las visitas a la marjal dels moros es, sin duda, la presencia de un macho de porrón pardo. Es un poco esquivo y no se acerca demasiado, así que pocas fotos le hemos podido hacer y además de calidad regulera.
El porrón pardo, pato buceador de pequeño o mediano tamaño y cuerpo bastante corto, presenta una cabeza con el característico perfil de porrón, es decir, frente alta y píleo apuntado.
Especie poco tolerante a la salinidad y la contaminación. Prefiere humedales profundos, limpios, de agua dulces y con vegetación flotante y macrófitos (algas de gran tamaño) sumergidos. Exige densas orlas de vegetación palustre.
La escasa población ibérica es básicamente sedentaria, aunque realiza movimientos dispersivos dentro de la Península y el norte de África.
Registra una dieta variada y omnívora en la que, no obstante, predominan los vegetales. Durante la invernada se alimenta de semillas y partes vegetativas de macrófitos sumergidos, que arranca buceando para luego ingerir en la superficie. Consume, asimismo, peces pequeños, renacuajos, ranas, anélidos, moluscos, puestas de peces y anfibios y crustáceos, así como insectos, especialmente libélulas, frigáneas y moscas.
En nuestro país, a pesar de un posible ligero aumento en los últimos años alimentado por la suelta de individuos criados en cautividad, la situación es muy crítica y el número de parejas es inferior a 25. Según los datos que aporta el III Atlas de las aves en época de reproducción en España, en Andalucía, el promedio de parejas percibidas en las últimas décadas no es superior a 3. Llama la atención la situación de enclaves como Doñana, en el que, según testimonios de principios de siglo XX, se reproducían unas 500 parejas y en los últimos 17 años sólo se ha confirmado la reproducción en dos ocasiones. En la isla de Menorca parece mantenerse una población reproductora más o menos estable de unas cinco parejas. En las Tablas de Daimiel parecen reproducirse entre 10 y 15 parejas. Las demás citas de la especie, ya sean reproductivas o no, son en general esporádicas y aisladas.
Buena serie del Pardo
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