La zarcera es una curruca de tamaño medio con alas moderadamente largas y cola estrecha y bastante larga de laterales blancos. En todos sus plumajes presenta el característico panel alar rojizo, formado por los márgenes pardo-rojizos de las terciarias, secundarias más internas y cobertoras mayores, que contrasta con el dorso pardo grisáceo.
En España es ave típica de los linderos arbustivos y la orla espinosa forestal, común en el paisaje de la campiña con su mosaico de cultivos, prados, bosquetes y setos. Coloniza las etapas de regeneración de encinares, rebollares, hayedos y pinares albares, pero no frecuenta los sotos fluviales. También ocupa landas y matorrales de las montañas del centro y sur de España, donde puede superar los 2000 m de altitud.
Es un ave migrante transahariana de largo recorrido, con sus principales cuarteles de invernada al sur del Sáhara. En nuestro país resulta común durante los viajes migratorios. El paso prenupcial se extiende de marzo a junio, con picos a finales de abril, mientras que el posnupcial transcurre entre agosto y principios de noviembre, con máximos a finales de septiembre.
Se alimenta de todo tipo de invertebrados (principalmente escarabajos, hormigas, chinches, dípteros, etc.), aunque las bayas pueden constituir una parte importante de su dieta a finales de verano y en otoño.
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