PASEANDO POR LAS TABLAS DE DAIMIEL

Vamos a pasar tres días de minivacaciones por la mancha humeda y en la primera jornada visitamos el Parque nacional de las Tablas de Daimiel.

El humedal conocido como Las Tablas de Daimiel fue declarado Parque Nacional en el año 1973, Reserva de la Biosfera en el 1981 e incluido dentro del Convenio Ramsar en el año 1982. Se encuentra situado en los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, en la provincia de Ciudad Real, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.

Es el último representante de un ecosistema denominado tablas fluviales, formación que se produce por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela, favorecido por la escasez de pendiente en el terreno. Con su declaración como Parque Nacional se dio un gran paso en la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de nuestro planeta, asegurando así, la supervivencia de la avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada y nidificación.

Al parecer, el pasado 6 de julio del 2023, la comisión mixta del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, formada por representantes del Organismo Autónomo Parques Nacionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha acordaron desde el 1 de agosto la suspensión de la aportación de agua al Itinerario de la Isla del Pan hasta final del verano.

Este acuerdo conllevará que a los pocos días de su suspensión el itinerario perderá su lámina encharcada, debido en parte a la percolación al subsuelo y a la evapotranspiración. 

Nuestro objetivo es hacer tres de los cuatro itinerarios señalizados del Parque (Isla del Pan, Laguna Permanente y Molino Molemocho), porque el de “Prado Ancho” ya nos han dicho que lleva seco hace semanas. También queremos aprovechar la laguna de aclimatación para fotografiar algunas especies de patos difíciles de encontrar.

Lo mejor del día, sin duda, ha sido el recorrido de la Isla del Pan (color amarillo), el más conocido del Parque Nacional, ya que se adentra en el mismo a través de una serie de pasarelas de madera que sirven para saltar de isla en isla. Es la única zona del Parque que actualmente se mantiene con agua, aunque por poco tiempo, pues desde el pasado día 1 de agosto se cortó el aporte hídrico que lo mantenía y en un tres o cuatro semanas también se secara.

Destacar el bosque de tarayes centenarios y de porte arbóreo que creen en la isla del Pan.

Con todo lo peor ha sido la laguna de aclimatación que ha resultado un fiasco. Muy pocos patos (porque al parecer algún gato ha limpiado a varios de ellos) y, por si fuera poco, las troneras han sido protegidas con un panel de metacrilato (plástico) en vez de cristal, con lo que ya es totalmente imposible practicar la fotografía en este espacio.