La garceta grande es un ave zancuda de patas y cuellos muy largos que
le da un aspecto muy elegante y esbelto.
Básicamente es como una garceta común, pero del tamaño de una garza
real. Su plumaje es totalmente blanco y en época nupcial se adornan con unas
largas plumas ornamentales en la garganta y en la base del cuello, las cuales
estuvieron a punto de causar la extinción de la especie a finales del siglo
XIX, cuando se pusieron de moda para usarlas de adorno en los sombreros
femeninos.
La garceta grande es otro de los casos de un ave que era extremadamente
rara en la Albufera de Valencia y que a partir del año 2000, ha ido
incrementando su presencia cada año, hasta hacerse regular y llegar a
convertirse, incluso, en un invernante moderado, con cifras que
han alcanzado las 72 aves en el censo de enero de 2008.
A pesar de esto no es un ave fácil de afotar, por lo que cuando ha
aparecido en la sesión de esta mañana, no he podido evitar darme un festín
fotográfico a costa de tan elegante ave.
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