Lo más usual es usar algún comedero o bebedero, pues si las aves de una zona lo aceptan con normalidad será una fuente constante de satisfacciones.
En julio del año pasado algún energúmeno me destruyo un comedero-bebedero que llevaba en marcha cerca de ocho meses y estaba muy asentado en una pequeña zona de pinar cercana al Parque natural. Entre 10-15 especies pasaban por allí de forma más o menos regular y justo lo rompieron cuando era más necesario, pues recién empezaba el verano y las últimas visitas que tenía registradas eran una familia de herrerillos capuchinos y otra de carboneros garrapinos. Espero que la desaparición de esta forma tan brusca del comedero-bebedero no afectara de forma negativa a la población de aves de una zona que en cierta medida se había habituado a una ración extra de comida y agua.
El caso es que hasta ahora no me había animado a montar otro, pues
lleva bastante trabajo y siempre estas expuesto a que otro simio (por llamarlo
de alguna manera y sin querer ofender a los simios de verdad) lo encuentre y lo
destruya.
Aun así, echo de menos las sesiones en mi antiguo bebedero, por lo que hace unos quince días monte otro en un pinar cercano a la albufera.
Esta mañana le he dedicado la primera sesión de unas tres horas y aunque los resultados aún son pobres hay que pensar que solo lleva puesto un par de semanas y las especies tienen que ir llegando poco a poco.
Solo ha recibido la visita de un macho de curruca cabecinegra y de una pareja de mirlos.
Curiosamente, el macho de mirlo que ha venido tiene una mutilación en su pata izquierda y le falta parte del tarso y todos los dedos. Sin embargo, no parece que esa tara le impida hacer una vida normal y moverse con soltura.
El bebedero aún está en desarrollo, pues falta pulir algunas cosas como plantar plantitas entre las piedras, poner posaderos y sobre todo colocar una válvula de nivel constante porque de momento me toca venir cada 3-4 días a rellenar de agua el bebedero.
Aun así, echo de menos las sesiones en mi antiguo bebedero, por lo que hace unos quince días monte otro en un pinar cercano a la albufera.
Esta mañana le he dedicado la primera sesión de unas tres horas y aunque los resultados aún son pobres hay que pensar que solo lleva puesto un par de semanas y las especies tienen que ir llegando poco a poco.
Solo ha recibido la visita de un macho de curruca cabecinegra y de una pareja de mirlos.
Curiosamente, el macho de mirlo que ha venido tiene una mutilación en su pata izquierda y le falta parte del tarso y todos los dedos. Sin embargo, no parece que esa tara le impida hacer una vida normal y moverse con soltura.
El bebedero aún está en desarrollo, pues falta pulir algunas cosas como plantar plantitas entre las piedras, poner posaderos y sobre todo colocar una válvula de nivel constante porque de momento me toca venir cada 3-4 días a rellenar de agua el bebedero.
Macho de mirlo común |
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