jueves, 5 de marzo de 2015

ALGO SE MUEVE

Estamos a primeros de marzo y es evidente que algo se mueve en el ambiente.
Coincidiendo con la entrada de unos días de poniente que han hecho subir las temperaturas a niveles casi de verano, se nota un aceleramiento en el cambio de estación, pareciendo que hemos entrado en la primavera de golpe y casi sin avisar.
Ya se han puesto en marcha los procesos reproductores de muchas especies. Así los trinos y cantos de muchas aves ya inundan el aire en nuestros campos y jardines, y las más primerizas ya están metidas de lleno en la crianza de las nuevas generaciones. Sin ir más lejos, en esta primera semana de marzo ya he visto un nido de mirlo con pollitos, a una pareja de mitos con su nido ya casi concluido, las tórtolas turcas ya empollan sus puestas en sus precarios nidos y los primeros gazapos de esta primavera ya corretean por la devesa. 
Asimismo nos abandonaran las especies invernantes, en un proceso que ya se ha iniciado (solo hay que ver las poquitas lavanderas blancas que hay ahora, cuando hace un mes nuestros campos estaban rebosantes de ellas) y que a su vez hará que retornen a nuestros campos las especies que se fueron a pasar el invierno a zonas más cálidas.
El mundo vegetal también da pasos en el mismo sentido, así que se empiezan a ver los nuevos brotes en aquellos árboles que perdieron sus hojas, y en especial en los almendros, que son los más madrugadores en este menester.


Las tortolas turcas ya incuban sus nidadas en sus precarios nidos




Una nueva generación de gazapos ya corretea por la devesa

La flor de los almendros anuncia la inminente primavera
   

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