El enfangado de la marjal ya está prácticamente concluido, de forma que, ahora mismo, los únicos arrozales que quedan con agua son los del tancat de Naia, en Catarroja.
Es fácil imaginar que en los pocos días que dura esta situación, en este espacio se da una gran concentración de acuáticas apurando la posibilidad de una comida fácil antes que la marjal quede convertida en una interminables costra de barro seco.
Buen momento para fotografiar moritos, flamencos, cormoranes, garzas y gaviotas. Son especies bastante habituales, pero pasas un rato bien entretenido. A pesar del espectáculo, he echado de menos la presencia de patos, limícolas y rapaces.
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