Es un ejemplar leucistico, casi albino, que además presenta una gran deformación en el pico. Ambas partes no encajan bien, y como consecuencia de ello la parte inferior del pico se ha alargado en exceso y la parte superior se ha enroscado, inutilizando el pico como herramienta para desgarrar la carne. Me extraña que en estas condiciones haya llegado a adulto y presente un estado físico tan sano y vigoroso.
Un ave excepcionalmente bella y un prodigio de adaptación y supervivencia. Es de admirar que con semejante tara, no solo haya logrado sobrevivir en la naturaleza, sino convertirse en un ejemplar fuerte y dominante, pues mientras se alimentaba, otro par de ratoneros y un lagunero esperaban pacientemente su turno sin atreverse a molestarlo.
Impresionante el individuo y las fotos.
ResponderEliminarHambre no parece que pase.
Saludos colega.
Hola Vicente.
EliminarPues ahi esta el milagro, comia con autentica dificultad.
Un saludo