El método es simple pero tiene que estar bien afinado. En este caso el sitio es un arrozal recién enfangado cercano al Saler donde ya he visto merodear a un ratonero alguna que otra vez.
Este arrozal linda con un descampado con abundante vegetación que me servirá de soporte para camuflar un tumbing en el lateral que da al arrozal.
El ratonero es una rapaz poco escrupulosa y de hábitos carroñeros, por lo que como cebo usaremos conejo muerto que le compro a un cazador de Catarroja que los congela con pelo recién cazados para venderlos con posterioridad como carne. Le ataremos una pata a una estaca clavada en el suelo para que la rapaz no pueda llevarse la pieza a una ubicación más discreta y se salga de la zona de encuadre.
Con todo el montaje preparado ya solo es cuestión de paciencia y de suerte que el ratonero vea el cebo y entre al engaño.
En este caso he sido afortunado y apenas hicieron falta un par de intentos para que un bonito ejemplar de ratonero entrara al engaño y bajara al cebo. En este caso estuvo cerca de una hora comiendo, tras lo cual levanto el vuelo y ya dejo las migajas para las urracas que esperaban pacientemente su turno.
Nada mas llegar estuvo 10 minutos observando el entorno antes de ir a la carroña |
Cuando ya se aseguro de que no habia peligro ya accedio al cebo |
Cuando el ratonero se harto, les toco el turno a las urracas |
El cebo en una zona despejada y a la vista |
Tumbing camuflado en el lateral del arrozal |
Frontal del tumbing |
No hay comentarios:
Publicar un comentario