Varios días después de haber disfrutado como un enano del espectáculo de los charrancitos, volvemos al estany de Pujol a fotografiar al chorlitejo patinegro, un pequeño limícola, designada como “Ave del Año 2019” tras ganar la votación popular organizada por SEO/Birdlife, y que ha encontrado en la protección del lago un espacio mínimamente adecuado donde poder anidar unas pocas parejas.
Esta especie es, además, un ave incluida en el Libro Rojo de las Aves de España con la categoría “vulnerable”, debido a la merma que ha sufrido su población entre otras causas, por el turismo de masas que asola las playas, la destrucción de los ecosistemas litorales por la construcción descontrolada, la limpieza mecanizada de playas y sistemas dunares que destruye sus nidadas y elimina los restos de algas marinas donde habitan los invertebrados de los que se alimenta y otros factores asociados a la cercanía humana como la presencia de gatos domésticos en semilibertad o perros sueltos, que se unen a sus depredadores naturales. En algunos puntos como la Costa de Andalucía, su población se ha visto reducida hasta en un 70%.
Junto a estas avecillas, también hemos podido afotar cigüeñuela y charrancito, que son las otras dos especies que tambien crian aquí.
Habian algunos pollitos de cigüeñuela y observamos una curiosa maniobra de las hembras de la especie y es que cuando algunas personas se acercaban demasiado a los pollos, se ponia en cuclillas y los llamaba para que se refugiasen entre las plumas de su pecho y sus alas.
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