Han inundado los arrozales y los flamencos, que hacía tiempo que no los veía, ya están de vuelta.
En la marjal de Alfafar, cerca del motor de Les Turbines, esta mañana habían hasta tres grupos de flamencos (uno con más de 200 ejemplares) alimentándose en arrozales donde aún no ha brotado el arroz.
Visitamos la meseta aragonesa en la zona de Codo (muy cerca de Belchite) para hacer sesión en un hide de aves esteparias.
El hide gestionado por Rafael consiste en un bebedero situado en una finca privada muy cerca de El Planerón, una reserva ornitológica de SEO/Birdlife que cuenta con las protecciones de ZEPA, LIC y está incluida en la Red Natura 2000.
La sesión ha sido fantástica con mucha actividad de aves hasta las 10,30 h en que debido al intenso calor, la actividad ha caído en picado.
El objetivo principal de la sesión eran dos especies de aves muy bellas, en franca regresión y a las que les tenía muchas ganas: la ganga ibérica y la ganga ortega; objetivo que cumplimos medias, pues si bien de las ibéricas vinieron abundantes grupos a saciar su sed, de la ortega no vino ni un solo ejemplar.
El alcaraván también nos hizo la cobra, pues aunque lo llegamos a oír numerosas veces a primera hora de la mañana, no apareció por el bebedero. No teníamos muchas esperanzas de poder pillarlo pues ya nos dijeron que por sus tendencias crepusculares suele acercarse a beber al caer la tarde.
Aparte de las gangas ibéricas, los alaudidos fueron los grandes protagonistas de la sesión con abundantes ejemplares de cogujada común, calandria, terrera común y terrera marismeña, destacando una gran cantidad de inmaduros. También otras aves esteparias como los trigueros, perdices, palomas bravías y las eclécticas urracas. Abundantes ejemplares de conejo que aprovecharon el fresco de la madrugada para echar el último trago antes de encamarse en su cubil.
El sitio nos encantó y además Rafael nos comentó que tenían otro hide cerca de Belchite donde ahí si suelen entrar más las ortegas y también algunas rapaces como milanos o aguiluchos. Ya tenemos excusa para volver el año que viene.
La técnica del “hide-car” consiste en hacer fotos desde la ventanilla del coche, y la marjal es un buen sitio para emplear esta técnica, pues las aves que frecuentan los arrozales están bastante habituadas a la presencia humana y al tránsito de vehículos por los caminos.
Esta mañana me paso por la marjal de Alafafar y de Pinedo con el objetivo de encontrar martinetes o alguna garza imperial.
Bueno, pues al final solo pude observar un par de martinetes muy lejanos y fuera de distancia y de garza imperial nada de nada. Sin embargo, me entretuve con una buena representación de las aves acuáticas más habituales en la marjal: cangrejera, bueyera, garceta común, gaviotas reidoras y de audouin y moritos.
