miércoles, 25 de julio de 2018

UNA DE CALAMONES


La verdad es que el mes de julio está resultando muy flojo fotográficamente hablando.
Supongo que el intenso calor que estamos padeciendo por el Mediterráneo, no ayuda a que las aves se muestren muy activas que digamos, sino que más bien incita a que permanezcan refugiadas en lugares frescos y umbríos.
La sesión de esta mañana en la laguna de Almenara no se ha apartado de la tónica general de este mes y ha resultado muy pobre. Pollas de agua, alguna cigüeñuela, un morito y algunos calamones ha sido todo el botín tras unas cinco horas de larga espera. 
Afortunadamente  los calamones han dado bastante juego y me han tenido bastante entretenido, y menos mal porque si no entre el calor, la humedad y el aburrimiento se me habrían hecho una sesión muy larga. 
En el caso de los humedales hay que añadir el inconveniente de que al estar los arrozales inundados hace que las aves acuáticas se dispersen más de lo habitual al haber comida en muchos más sitios que cuando los arrozales están secos. Afortunadamente, el arroz crece con rapidez y muy pronto las matas del arroz serán tan altas y tupidas que las aves no podrán pescar en ellos y tendrán que volver a visitar las lagunas. 


















No hay comentarios:

Publicar un comentario