Un objetivo para lo que queda de invierno es poder fotografiar a una
calzada de morfo oscuro, una variante de color mucho más escasa que la fase
clara.
Primer intento en una zona donde merodea una de estas calzadas, y de
momento, hemos pinchado en hueso. Solo bajo un ratonero, eso sí se puso muy
cercano, y otro par de ellos se quedaron posados en un taray cercano.
Si el 27 de septiembre del 2015 disfrutamos de una “superluna de sangre”,
durante el día de hoy se ha podido disfrutar de otro fenómeno astronómico, conocido
como “superluna de nieve”.
La Luna de Nieve se podrá observar desde la noche del 7 de febrero
hasta la mañana del lunes 10, el perigeo de la Luna se producirá el 8 de
febrero, cuando nuestro satélite esté a 362.479 kilómetros de la Tierra (la
distancia promedio es 384.400 kilómetros). La Luna se verá hasta un 14 % más
grande y 30 % más brillante de lo habitual.
El nombre de este evento de febrero se debe a las fuertes nevadas que
suelen acompañar al fenómeno astronómico en el hemisferio norte. Además,
coincide con varias festividades como el Año Nuevo Chino, el comienzo del Tu
Bishvat en el calendario hebreo y el evento budista Magha Puja.
Seguimos disfrutando de buenas sesiones de rapaces, en particular de
ratoneros, especie que este invierno se está mostrando especialmente abundante
en los arrozales de la marjal.
El chochín común es un ave de pequeño tamaño, aspecto compacto y cola
muy corta. Con un plumaje pardo rojizo, algo más clara por las partes
inferiores. Tiene un carácter inquieto y cuando está excitada levanta la cola
90 grados antes de desaparecer entre la vegetación.
De carácter inquieto, el chochín (una de las especies más pequeñas de
nuestra avifauna) cuando se excita suele sacudir y levantar su cola formando un
ángulo de 90 grados, antes de desaparecer entre la densa vegetación.
El chochín común escoge zonas de matorral denso en zonas siempre
húmedas y frescas, por lo que los bosques de ribera son uno de sus hábitats
preferidos moviéndose cerca de la superficie del agua para capturar
mosquitos y efímeras.
Sorprendentemente potente para su tamaño, el canto, tanto del macho
como de la hembra, es un trino limpio y sonoro que recuerda al de un canario.
La voz de llamada es un chasquido semejante a un traqueteo: cherrr.
El nido lo constituye una cuidada construcción de hierbas y musgo en
forma de esfera, en la que solo permanece abierto un pequeño orificio de
entrada. Suele situarse cerca del suelo, entre la vegetación espinosa, en el
hueco de un árbol o tocón o en cavidades de muros, paredes o taludes.