Seguimos en verano y buscamos rutas cortas y sombreadas. para ello volvemos a la sierra de Espadan para ascender al cerro Carrascal y visitar el Santuario de la Mosquera, aunque esta mañana el calor no ha sido un problema, pues hemos disfrutado de un día muy nublado y bastante fresquito.
La finca de La Mosquera, situada entre los términos municipales de Azuébar, Almedíjar y Aín, con una extensión de más de 200 hectáreas, alberga uno de los bosques de alcornoques mejor conservado y extensos de todo el Parque Natural de la Serra d'Espadà, una auténtica joya a preservar a toda costa y un refugio de flora y fauna asociada a las frondosidades del bosque mediterráneo alcornocal. La elevada calidad de su paisaje, el indudable valor etnológico de su masía, la importancia de sus recursos naturales y el valor educativo-científico de su entorno, hacen de este lugar una cita ineludible para los miles de amantes de la naturaleza que cada año disfrutan de esta sierra.
La Masía ocupa el lugar de un antiguo despoblado morisco y tiene una datación anterior a 1861. Ubicada en un magnífico balcón natral sobre el barranco de la falaguera, fue enclave de suma importancia para la floreciente industria del corcho en el S. XIX. Hoy en día está abandonada, pero, aunque su interior está destrozado, sus paredes y su techumbre están todavía intactas y se puede apreciar su majestuosidad. Sin duda, merece una visita sosegada y es un magnífico lugar para almorzar.
La ruta parte de Azuebar, aunque no del mismo pueblo, pues hay que seguir una pista forestal asfaltada hasta donde acaba el asfalto y hay sitio para aparcar 3-4 coches.
Desde aquí seguimos la pista que sigue en ascenso por el barranco de la Falaguera. Poco a poco empiezan a aparecer alcornoques, cada vez más grandes y formando un bosque cada vez más cerrado. Por esta misma pista llegaríamos a la casa de la Mosquera, pero hay que estar atentos a un sendero que sale a mano derecha, pues es el tramo más selvático y bonito de la excursión. En este corto tramo pasaremos por densas formaciones de helechos, un par de castaños y 3-4 alcornoques de grandes dimensiones.
Seguimos por el camino que traemos hasta que se convierte en sendero y tras llegar a un collado enfila por la cresta de la sierra para subir a las partes altas y llegar a otro marcado collado y punto de inicio del ascenso al murallón del carrascal (882 metros de altitud).
El ascenso al Carrascal no es fácil, hay trazas de camino, pero en muchos puntos está muy invadido por las carrascas y en algún tramo hay que utilizar las manos. De todas formas, vale la pena el esfuerzo para disfrutar de magníficas vistas de este sector de la Sierra.
A partir de aquí, cresteamos un rato por las partes altas hasta emprender un decidido y largo descenso hasta coincidir otra vez con la pista del barranco Falaguera, desde donde ya volveremos cómodamente a donde tenemos aparcado el coche.
Al final ha quedado una ruta muy guapa de unos 12 km y unos 500 metros de desnivel, donde disfrutaremos de amplias panorámicas y atravesaremos sectores de bosque realmente magníficos con muchos ejemplares de alcornoques varias veces centenarios.
Sobre fauna, pues hemos oído abundantes aves forestales: petirrojo, curruca, pinzón, mirlo, pito real, etc.
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