La anterior sesión en Ribarroja donde afotamos por primera vez al nuevo ejemplar de cernícalo fue realmente extraordinaria, no solo disfrutamos de la pequeña rapaz, sino que también acudió el pito real, una especie a la que le tenía muchas ganas.
Además, el premio fue doble porque vino la pareja (se distinguen porque el macho tiene la bigotera roja y la hembra negra). Entraron varias veces a lo largo de la tarde tanto a beber como a bañarse y se estuvieron largo rato entreteniéndose en buscar bichorros en el tronco de un árbol seco.
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