Vamos a visitar el observatorio del bunker en el Centro de
Interpretación del Raco de L´Olla.
La nueva normalidad exige llamar con antelación al Centro y reservar cita previa antes de realizar la visita.
Traía unas expectativas altas por si los dos meses de confinamiento habría podido provocar que aumentara la cantidad de acuáticas en la reserva. Sin embargo, la laguna del bunker estaba prácticamente vacía, al llegar solo había alguna cigüeñuela y tres flamencos muy lejanos. Tras más de dos horas de espera, alguna cosita apareció por allí, como un andarríos grande, un posado de un minuto del martín pescador en un posadero un pelín lejano y una cerceta pardilla en el centro de la laguna. A pesar del gatillazo, la pardilla podría haberme alegrado el día, pero no me dio opción y se mantuvo en todo momento muy alejada para poder hacerle fotos decentes.
Visto lo visto, cierro la sesión que ha resultado mucho más sosa de lo esperado y me acerco a otro observatorio cercano donde me llevo la sorpresa de la presencia de un enorme grupo de flamencos ocupando toda la extensión de esta laguna.
Este observatorio no suelo visitarlo porque la distancia con la laguna es demasiada grande para la fotografía, pero el espectáculo de ver tantos flamencos juntos sin duda ha valido la pena.
La nueva normalidad exige llamar con antelación al Centro y reservar cita previa antes de realizar la visita.
Traía unas expectativas altas por si los dos meses de confinamiento habría podido provocar que aumentara la cantidad de acuáticas en la reserva. Sin embargo, la laguna del bunker estaba prácticamente vacía, al llegar solo había alguna cigüeñuela y tres flamencos muy lejanos. Tras más de dos horas de espera, alguna cosita apareció por allí, como un andarríos grande, un posado de un minuto del martín pescador en un posadero un pelín lejano y una cerceta pardilla en el centro de la laguna. A pesar del gatillazo, la pardilla podría haberme alegrado el día, pero no me dio opción y se mantuvo en todo momento muy alejada para poder hacerle fotos decentes.
Visto lo visto, cierro la sesión que ha resultado mucho más sosa de lo esperado y me acerco a otro observatorio cercano donde me llevo la sorpresa de la presencia de un enorme grupo de flamencos ocupando toda la extensión de esta laguna.
Este observatorio no suelo visitarlo porque la distancia con la laguna es demasiada grande para la fotografía, pero el espectáculo de ver tantos flamencos juntos sin duda ha valido la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario