En la Albufera hay cuatro vedats (Cullera, Sueca, Sollana y Silla) y son zonas de marjal cerradas permanentemente al paso de vehículos y personas durante toda la temporada de caza y que tienen un aprovechamiento cinegético distinto al del resto de acotados de caza. Así, si en los acotados convencionales los socios pueden cazar los 36 días establecidos, en los vedats solo se llevan a cabo 8 jornadas de caza.
Los vedats se cierran a cal y canto para no molestar a las aves y que estas se asienten y concentren en gran número. Durante los días previos a las ocho tiradas oficiales se las ceba a base de granos de arroz y hay guardas que vigilan cualquier perturbación a las aves las 24 horas del día y los siete días de la semana.
El vedat de Silla cuenta actualmente con 27 puestos, los cuales se subastan a primeros de octubre. Estos puestos son muy cotizados y se pueden pagar por ellos una cantidad que va desde los 600 hasta los 15.500 euros. A cambio, los interesados lograran un lugar de privilegio desde el que poder disparar durante ocho domingos seguidos. Lo normal es matar entre 50 y 70 patos en los mejores puestos y las maratonianas jornadas de caza duran desde el amanecer hasta que empieza a caer la noche.
El vedat de Silla cuenta con un estratégico mirador desde donde se puede observar buena parte de esta zona de marjal. Si dispones de catalejo o buenos prismáticos podrás observar un buen número de especies, sobre todo de anatidas, pero también laguneros, cormoranes, garzas y gaviotas.
Siendo que el día 21 de este mes comienza la primera tirada oficial en el vedat de Silla, nos acercamos hasta su mirador un unos días antes de la gran matanza para disfrutar con la idílica visión del arrozal inundado y la gran cantidad de anatidas que se congregan en esta zona. Otra cosa será la compañía, y como no podía ser de otra manera y a solo tres días de la primera tirada, el mirador estaba lleno de cazadores y los temas de conversación nada estimulantes.
Desde el mirador tienes una perspectiva general del vedat, pero las aves quedan muy lejos, siendo utilizado sobre todo por los cazadores para ver como va la concentración de las anatidas en los días previos a las tiradas y como punto de observación para los guardas que vigilan dia y noche que nadie perturbe la paz en el vedat y se espanten las aves.
Desde la valla de prohibición de paso que hay en el polideportivo del Saladar se tiene otra bonita perspectiva del vedat y las anatidas están mucho más cercanas.
El tema de la caza y su encaje en un Parque Natural como la Albufera es bastante delicado y el impacto sobre su avifauna acuática es brutal, no en vano solo hay que recordar que existen en la zona no menos de 6.500 escopetas y que la caza se realiza en los arrozales, que es la principal zona de alimentación de estas aves. Mención aparte merece la terrible semana de “Les Cabiles”, una semana que empieza justo tras la última tirada de la temporada y durante la cual todos los socios pueden entrar en los cotos, incluidos los vedats y estar cazando durante siete días seguidos, sin horario y sin cupo. Vamos, un auténtico despropósito y un varapalo monumental a la castigada población de acuáticas que para remate tras una dura temporada de caza, apenas van a poder alimentarse en condiciones durante 8-9 días consecutivos por la presencia constante de cazadores en la marjal.
Miradores del vedat de Silla |
Mirador del vedat de Silla |
Panoramicas del vedat de Silla desde el mirador |
Vedat de Silla desde el polideportivo del Saladar |
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