La idea era seguir el camino de la rambla de Arquelilla hasta las casas de Pericoles, y así disfrutar el color otoñal de las choperas que jalonan este modesto curso de agua.
Desgraciadamente parece ser que a la mayoría de estos chopos los talaron hace algunos años a causa de estar enfermos y el camino no estaba en muy buenas condiciones debido a la pequeña riada de hace unos días por las fuertes lluvias.
A pesar de estos inconvenientes, el paisaje es muy bonito con las laderas de la rambla cubiertas de densas pinadas e imponentes farallones rocosos. También disfrutamos del color del otoño en los arboles caducifolios que hay en el azud de Tuejar.
Azud de Tuejar |
Laderas cubiertas de densos pinares |
Entorno de las casa de los Pericoles |
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