En primavera la marjal dels Moros es un paraíso para las aves, sobre todo en un año tan generoso en agua como ha sido este.
Visitamos la colonia de charradriformes y aquí reina una algarabía y un caos maravilloso. El grueso de la colonia la forman las gaviotas (reidoras y cabecinegras, fundamentalmente) y los charranes (comunes y patinegros), pero engloba muchas más especies de aves, desde las más evidentes como los flamencos hasta las que pasan más desapercibidas como las pequeñas limícolas (archibebes, agachadizas, chorlitejos, etc.). Esta mañana además con la sorpresa incluida de una espátula adulta, especie muy poco común aquí. Estaba un poco lejana de más, pero sirve como documento.
Las anatidas son también bastantes abundantes y con gran variedad de especies, aunque este bloque lo trataremos en las siguientes entradas.
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