Por motivos laborales estos últimos días apenas he podido salir al
campo.
Afortunadamente a falta de pan bueno son tortas y hasta en la ciudad se
puede pajarear un rato y ver cosas interesantes.
La gran cantidad de avecillas que pululan por parques y jardines han atraído
y han hecho que se adapten a la ciudad incluso a algunas pequeñas rapaces como
los cernícalos.
En mi barrio se ha instalado una pareja de cernícalos vulgares, a los
cuales se les puede ver evolucionar volando entre los edificios y de cuando en
cuando se oyen sus reclamos.
Ayer, el macho se posó unos instantes en la ventana del edificio que
tengo justo enfrente.
Apenas me dio tiempo de montar el teleobjetivo en la cámara y hacerle
un puñado de fotos de calidad regulera, pues el objetivo en cuestión en un
viejo tele de 500 mm. de más de 20 años y de enfoque manual, pero como
testimonio pueden servir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario