Es una de las dos palmas nativas de Europa (la otra es Phoenix theophrasti).
Tiene un porte arbustivo, no superando por lo general los 2 m de altura. Bajo cultivo puede desarrollar un tronco de varios metros de alto.
Las hojas, con forma de abanico, son persistentes, rígidas y derechas, con largos y delgados pecíolos cargados con espinas laterales y la lámina dividida en 16-20 segmentos puntiagudos.
Uno de los arbustos más abundantes e importantes en la constitución de las maquias y matorrales de la zona. Aprecia las áreas despejadas y soleadas pero no desdeña las espesuras más umbrosas. Rehuye las proximidades del mar y sus vientos cargados de partículas de sal, pero llega a colonizar discretamente las dunas de retaguardia.
El enebro marino (Juniperus oxicedrus L. subsp. Macrocarpa) es un arbusto postrado o erecto, de hasta 3 (5) m de altura, muy ramoso, con pies masculinos y femeninos. Posee copa amplia y tronco pardo-grisáceo de corteza fibrosa. Las hojas se agrupan de tres en tres, son aciculares y con ápice punzante. Las inflorescencias masculinas y femeninas crecen en la axila de las hojas, en plantas diferentes. El fruto es un gálbulo grande, globoso, pruinoso de joven y castaño purpúreo al madurar.
Se trata del enebro que coloniza habitualmente los arenales costeros mediterráneos. Debió de ser mucho más abundante en el pasado, siendo en la actualidad bastante escaso en la Devesa, y concentrándose sus poblaciones en su área septentrional, donde pueden encontrarse ejemplares elevados en la pinada y otros achaparrados en los matorrales que ocupan las dunas delanteras.
Palmito mediterraneo |
Enebro marino |
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