viernes, 23 de octubre de 2015

LA PERELLONA

Octubre es un mes donde los acontecimientos se suceden con rapidez.
Concluida la cosecha y con la temporada de caza recién comenzada, ahora le toca el turno a la perellona, que es la inundación invernal de los arrozales.
Esta se realiza de forma gradual y poco a poco, pues consiste en cerrar las compuertas por las que la albufera desagua al mar, para que esa agua sobrante desborde los límites del lago y a través de las acequias vaya inundando los arrozales. 
Con este método de inundación, según la cantidad de agua disponible para tal fin, la inundación llegara más o menos lejos, de forma que los arrozales más alejados del lago se suelen quedar con poca agua, e incluso algunos totalmente secos. 
Esta mañana me he dado una vuelta por la marjal de Silla, y los efectos de la perellona ya están llegando a estos arrozales. Aunque pocos, ya estaban inundados los arrozales más cercanos al lago y a los demás ya les estaba llegando el agua. 
Sin embargo, la fauna no era demasiado abundante y la usual en estas fechas: garzas (reales, bueyeras, garcetas comunes y grandes), gaviotas reidoras, moritos, pollas de agua, algún martin pescador, algún andarríos grande, lavanderas blancas, 3 aguiluchos laguneros, 1 cernícalo vulgar, urracas y aves granívoras como jilgueros, gorriones, estorninos, palomas torcaces, turcas, colirrojo tizón, etc.
Llamativos son los grandes bandos que forman los estorninos (sobre todo pintos), algunos con varios cientos de individuos, que patrullan incansables por la marjal en busca de alimento, sobre todo el grano sobrante que se ha desperdiciado durante la cosecha.  


Amanece en la marjal de Silla
La perellona
 




Los accesos a la marjal ya han sido cortados
Enormes bandos de estorninos pululan por la marjal aun no inundada



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