El paso postnupcial ya está en todo su apogeo y la sesión de limícolas de esta tarde en los baldíos de l´Escorredor ha sido magnifica.
A destacar sobre todo la presencia de un falaropo picofino juvenil, una especie de distribución ártica y que solo muy raramente se puede observar en nuestra tierra.
Es la primera vez que veo a esta especie y se trata de un limícola pequeño, apenas más grande que un correlimos común, que no es nada fácil fotografiar, pues a su pequeño tamaño se une una actividad frenética en la que apenas para un instante y con movimientos muy rápidos. Para intentar pillar alguna toma buena, hemos tenido que tirar de ráfaga y velocidad alta para intentar congelar sus rápidos movimientos.
Junto a esta gratísima sorpresa, también se han puesto a tiro muchos combatientes, avocetas, algún correlimos zaratipines y algunas agachadizas.
Además, los ya clásicos flamencos, moritos, cigüeñuelas y andarríos, que siempre andan pululando por allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario