Distinguen al Bisbita Alpino de los otros bisbitas que crían en nuestro país, su gran tamaño, plumaje más grisáceo, patas pardo-oscuras, casi negras y una caracteristica la linea supraciliar blanca que tiene encima de los ojos y que alcanza casi hasta la nuca. En todas las estaciones deja oír un duro y típico grito, «fib», que a veces emite en una lenta serie.
Como reproductor ocupa los sistemas montañosos de la mitad sur de Europa y del centro de Asia. En el invierno, desciende altitudinalmente e incluso se recibe la visita de ejemplares norteños y es posible encontrarlo en los ríos y arroyos a la busca de ninfas de mosquito y otros insectos acuáticos.
La dieta, básicamente insectívora, consta sobre todo de moscas, mosquitos, chinches y orugas de mariposas y polillas. En ciertas épocas y lugares consume pequeñas semillas y algas, a veces en gran cantidad.
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