Todos los inviernos nos pasamos alguna vez por la playa de Port Saplaya para fotografiar aves costeras.
En este caso no había mucha variedad, la cosa se ha reducido a abundantes gaviotas reidoras y un grupito de 6-7 charranes patinegros que por lo menos, nos han dado mucho juego.
Me ha extrañado la ausencia de cormoranes en las escolleras y de correlimos tridáctilos en la playa, pero ya volveré otro día a por ellos.
En la desembocadura del barranco del Carraixet tampoco había nada destacable más allá de alguna polla de agua y algún zampullín chico que nada más verme se han metido en la espesura del carrizal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario