miércoles, 29 de diciembre de 2021

LA LEY DE LA NATURALEZA

En una sesión de hace unos días en la marjal apareció esta hembra de lagunero. Tenía la pata rota y prácticamente la llevaba colgado, mostrando unas grandes dificultades para moverse por el suelo y comer. Le costaba guardar el equilibrio y mientras sujetaba la comida con la pata sana, tenía que estar aleteando contantemente. Y si esto era solo para poder comer, debía de estar totalmente incapacitada para cazar presas vivas

Como no podía ser de otra manera, a los 2-3 días de hacerle estas fotografías, la pude hallar muerta en unos arrozales cercanos. Estaba claro que un ave rapaz con una tara tan importante tenía los días contados.

Una vez más, se comprueba que la naturaleza no tiene compasión y en ella, solo sobreviven los individuos sanos y los más fuertes.

 


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