Volvemos a nuestra querida sierra de Espadan a seguir disfrutando del senderismo y de la observación ornitológica.
La ruta sin ser difícil, tiene cierta exigencia, pues al final serán más de 12 km. y cerca de 500 metros de desnivel y esto único a los fuertes calores estivales que se han dejado notar sobre todo al final de la ruta porque acabamos un poco tarde para mi gusto, sobre las 11,15 h.
Nuestro inicio y final será Almedijar, un pequeño pueblo de orígenes moriscos que se halla en la misma entrada del Parque Natural. El recorrido es sencillo, primero recorremos el lomo cimero del cerro Román, pasando por su cumbre, el Alto de la Dehesa, luego visitamos la Masía Mosquera, ubicada en posiblemente, el mejor sector de alcornocal de umbría de todo el Parque Natural y finalmente descendemos a la rambla de Almedijar y la recorreremos para volver a nuestro punto de partida. Lo peor de la ruta es un corto trayecto por la carretera CV.200, muy estrecha, pero con un tráfico casi inexistente.
Almedíjar está ubicado en el corazón de la Sierra de Espadán y estuvo ocupada por el ejército republicano al mando del general Leopoldo Menéndez. La línea XYZ (o línea Matallana) la atravesaba, y quedan de ella varios vestigios históricos. Esta línea XYZ estaba constituida por una red de trincheras y refugios excavados para aprovechar el terreno áspero de las colinas situadas al norte y noreste de Valencia, lo cual dificultaba destruirlas sólo mediante ataques aéreos.
En cuanto a las observaciones ornitológicas han estado bien y se adaptan perfectamente a los distintos ambientes por los que pasamos.
En el pueblo, hemos identificado aves de pueblo y de cultivos: verderón común, gorrión común, jilguero, lavandera blanca, vencejo, carbonero común y avión común.
Todo el recorrido por el cerro Román es terreno más bien de secano y bastante deforestado. Mucho matorral y alguna encina y alcornoque por aquí y por allá. Terreno donde las chicharras campan a sus anchas y muy pocos cantos de aves, solo alguna curruca cabecinegra y poco más.
Al llegar a la entrada de la Mosquera todo cambia radicalmente, las chicharras se dejan de oír y al ir entrando en el alcornocal se empiezan a oír los cantos de las aves forestales: pinzón vulgar, mirlo, paloma torcaz, curruca cabecinegra y agateador.
En el barranco de la Falaguera se desarrolla un frondoso bosque de alcornoques de mucha calidad: helechos, castaños y alcornoques monumentales en un ambiente muy fresco y muy humedo. Como no podía ser de otra forma aquí encontramos las aves más interesantes: herrerillo común y capuchino, carbonero común y garrapinos, chochín, agateador, petirrojo, zorzal común, curruca cabecinegra e incluso el reyezuelo listado.
El camino de vuelta por la rambla de Almedijar es por una pista ancha y ya con mucho calor, por lo que aquí las chicharras vuelven a tomar el mando y los pájaros enmudecen. Solo destacar algunas oropéndolas cerca del área recreativa Los Pinos.