El conejo de
monte (Oryctolagus cuniculus) es uno de los mamíferos salvajes ibéricos con mayor importancia económica
y ecológica, además de ser una de las especies cinegéticas más buscadas por los
cazadores.
El conejo
salvaje es un lagomorfo de la familia Leporidae, a la que pertenecen liebres y
conejos, que se caracteriza precisamente por su carácter excavador y por vivir
formando colonias más o menos numerosas.
De tamaño
medio (en España, los adultos pesan entre 800 y 1500 g) y de gran prolificidad,
constituye una presa básica para la mayoría de los carnívoros.
España es
una tierra tan vinculada al conejo que su propio nombre significa Tierra de
conejos. Hace unos 1500 años antes de C. cuando los fenicios llegaron a
nuestras costas quedaron tan sorprendidos por la abundancia del conejo que la
llamaron I-Saphan-im, lo que significa tierra de damanes (unos roedores muy
parecidos a los conejos que habitaban en su tierra). Este nombre derivaría
posteriormente con la terminología romana como Hispan-ia, y de este término España.
No podemos
hablar del conejo sin mencionar la mixomatosis, una enfermedad muy contagiosa
que afecta únicamente a los conejos y de muy rápida propagación. La enfermedad
fue introducida por el hombre en Europa y supuso casi la total extinción de
estos roedores en la Península Ibérica, poniendo en grave alarma de extinción a
gran cantidad de especies que incluían al conejo en su dieta, como águilas,
zorros y especialmente al lince ibérico.
El conejo es
un animal gregario y territorial. En óptimas condiciones de terreno y alimento
prefieren vivir en largas y complejas conejeras o madrigueras.
Animal de
hábitos nocturnos y crepusculares, se alimenta desde el anochecer hasta que
amanece y pasa la mayor parte del tiempo en sus madrigueras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario