Hemos añadido nuevos posaderos en las sesiones de calzada para que las
fotografías de las rapaces sean un algo diferentes. De momento solo los han probado algunos ratoneros, ya que las laguneras
no son mucho de posaderos y la calzada muestra mucha fidelidad al viejo tronco
de alcornoque.
Aprovechando la abundancia de agua en el Parque natural, vamos a un
descampado encharcado tras las últimas lluvias y vamos a hacer una sesión con
rapaces. No hemos tenido suerte, han acudido pocas rapaces y las que han venido
se ve que no tenían muchas ganas de mojarse y apenas se han metido en el agua,
pero por lo menos hemos podido hacer algunos reflejos interesantes.
Acaba de abandonarnos el temporal Gloria, el primer y posiblemente el
último temporal de nieve en nuestra comunidad durante este invierno y hay que
aprovecharlo. Nos desplazamos hasta la comarca de Utiel-Requena, y desde el parking
de la Ermita del Remedio ascenderemos al pico del Negrete. Recorrido corto y
suave, apenas 10 km de longitud y unos 400 m. de desnivel, y cuyo principal
objetivo es disfrutar de la nieve. Aprovecharemos el marcaje del sendero PR-CV.177.1, aunque no lo
recorreremos en su integridad, pues evitamos la parte menos interesante que
transcurre por la urbanización del Hontanar y en cambio ascenderemos al pico
del Negrete, el cual no está incluido en su recorrido.
El zorzal común (también llamado tordo) es quizás el ave más
característica del invierno mediterráneo, pero posiblemente sea también la
especie sobre la que recae una mayor presión cinegética, y aunque
afortunadamente ya se prohibieron los “paranys” (una terrible arte de caza no
selectiva de matanza indiscriminada de aves), sigue siendo el objetivo
prioritario de los miles y miles de cazadores que se echan al monte cuando se inicia
la temporada de caza. Tras cuatro meses de intensa cacería visitamos los pinares de Casinos,
antaño zona de gran abundancia de la especie, y en la sesión del pasado viernes
en el hide del Rochero, solo asomo un solitario ejemplar de la especie, desconfiado
y asustadizo, bebió un poco de agua y de inmediato se sumergió en la protección
del enmarañado matorral. No en vano todos los jueves y los fines de semana le
espera un viaje al “pasaje del terror” y los bosques en los que habita se convertirán
otro día más en zona de guerra. Es descorazonador ver el paulatino desaparecer de especies que antaño
eran abundantes y ahora mismo su supervivencia se ha convertido en un auténtico
desafío diario contra los elementos. Y ahora hablamos del zorzal, pero otras especies
como los verderones, jilgueros e incluso el gorrión común se enfrentan a un
futuro desalentador y desaparecen a un ritmo desmedido, al punto que disfrutar
de su presencia en el campo se ha convertido en un placer muy escaso. Junto a este heroico superviviente, durante la sesión de la mañana,
hemos de destacar la relativa abundancia de currucas (capirotadas y
cabecinegras) y las continuas disputas entre petirrojos y colirrojas, dos
especies que no se llevan demasiado bien que digamos, sobre todo por parte del
petirrojo que es bastante pendenciero.