A esta hembra en cuestión le encanto el posadero que les puse a una pareja de cernícalos que tienen su territorio de caza en una zona de huertas de las afueras de Pinedo.
Estuvo largo rato en él y por momentos tuve la esperanza que lo compartiera con el macho, pero este finalmente no apareció y a los 20 minutos la hembra se marchó volando en busca del almuerzo.