Esperando a la calzada, de momento seguimos recibiendo sorpresas
agradables.
En esta ocasión, la calzada nos volvió a hacer la cobra, pero a cambio nos visitó un espléndido ejemplar de ratonero.
La lagunera de la sesión anterior hizo un amago de entrar, pero la presencia del ratonero la intimido y tras un par de pasadas rasantes decidió irse a buscar comida a otra parte.
En esta ocasión, la calzada nos volvió a hacer la cobra, pero a cambio nos visitó un espléndido ejemplar de ratonero.
La lagunera de la sesión anterior hizo un amago de entrar, pero la presencia del ratonero la intimido y tras un par de pasadas rasantes decidió irse a buscar comida a otra parte.
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