Las aves palustres son un grupo de aves asociadas a la vegetación ligada a los humedales que desempeñan un papel crucial en los ecosistemas acuáticos. Sin embargo, muchas de estas especies se encuentran amenazadas debido a la pérdida de hábitat, la contaminación y otros factores antropogénicos. A ello se suma el hecho de que muchas de estas especies son migratorias y están, por ello, sometidas a las amenazas adicionales ligadas a este comportamiento.
Por regla general son pequeñas aves de discretos colores y vida recatada, y sabremos más de su presencia por sus potentes cantos que por la observación directa.
Los densos carrizales no son un hábitat favorable para la fotografía; es un medio muy cerrado, intrincado y de grandes contraluces. Además, no es nada fácil encontrarse con sus tímidos moradores.
Aun así, esta mañana visitamos un carrizal y hemos estado muy afortunados. Hemos fotografiado carricero común (las aves palustres más comunes en nuestros carrizales con mucha diferencia), buscarla unicolor, carricerín real, martín pescador y un precioso pico de coral, que se ha posado unos segundos en una ramita de carrizo y le hemos robado 3-4 posados. El pico de coral es un ave exótica que ya está viviendo en libertad en nuestro entorno, procedente de fugas de jaulas y que ha sido declarada invasora, debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas.
La sesión ha sido estupenda, más que por la cantidad de especies, por la calidad. Además, han aparecido dos carricerines reales, uno de ellos un pollete, lo cual también indica que ha criado por los alrededores y eso es una muy buena noticia, pues es un pajarillo realmente escaso y en peligro de extinción.
