El pajaro moscón es un pajarillo diminuto y discreto que se reconoce fácilmente por la llamativa máscara facial negra, algo menos patente en la hembra y grisácea en los juveniles, que resalta vivamente sobre la coloración blanco-grisácea de la cabeza y se prolonga desde la zona baja de la frente hasta la región auricular. Las partes dorsales lucen una tonalidad castaña, más pálida en la hembra, con rebordes negros.
El pájaro moscón europeo es una especie estrechamente ligada a las riberas de los tramos medios y bajos de los ríos, así como a lagos, arroyos, charcas o estuarios, siempre que cuenten con abundante vegetación arbórea (sauces, chopos y olmos) entremezclada con carrizos, eneas y arbustos densos y espinosos.
Se alimenta de pequeños invertebrados, arañas e insectos y sus larvas, que rebusca entre flores y yemas de chopos, sauces y carrizos; en invierno añade materia vegetal a base de brotes y semillas de sauces.
Antes del emparejamiento los machos construyen un complejo nido con forma globosa y recubierto de pelusa blanca propia de los chopos que le rodean. Poco antes de terminar atrae a las hembras con un canto nupcial desde algún punto visible y, una vez encontrada una pareja, ambos completan el nido, que resulta muy resistente. La hembra se encarga de incubar los huevos mientras el macho alimenta a las familias que haya formado.
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