Buscando pajarillos interesantes que fotografiar por la marjal, he encontrado un bello ejemplar de mariposa “Papilio Macaón” recién emergida de su crisálida.
Es el mejor momento para fotografiarla, pues ni siquiera ha echado su primer vuelo y el color y el estado de sus alas es impoluto.
En la tercera y cuarta foto se puede apreciar la crisálida (parte de abajo) de la que acaba de emerger.
Si se piensa bien, la biología de las mariposas y su ciclo vital es un hecho excepcional y maravilloso. Nacen de un huevo como orugas, una especie de larva cuya única misión es comer sin parar como si no hubiera un mañana. Cuando alcanzan el tamaño idóneo, con una seda que segregan ellas mismas forman una pupa o crisálida que se endurece al poco tiempo y se sujetan a una rama o hoja. Es inimaginable pensar que hechos y cambios físicos más increíbles se dan en el interior de dicha crisálida, para al cabo de un tiempo muy variable, emerger de ella una criatura diametralmente opuesta a la que lo origino, pues de una oronda oruga nace un bello y delicado ser alado, cuya misión será reproducirse y poner los huevos de la siguiente generación, iniciando un nuevo ciclo vital de estas increíbles criaturas.
Sencillamente impresionante la serie
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