La carraca europea es un ave de aspecto inconfundible. Luce un espectacular colorido, en el que predominan diferentes gamas de azul, desde el azul-verdoso de la cabeza hasta el añil de las plumas centrales de la cola o el obispillo. Como contraste, el dorso exhibe un tono castaño rojizo.
La carraca europea pasa el invierno en África y migra a diferentes zonas de Europa en época estival. La península ibérica es uno de los lugares donde se distribuye esta peculiar ave, especialmente, en la franja mediterránea y en la zona media de Navarra y Burgos.
La carraca europea se decanta por áreas más bien abiertas, con cultivos, campiñas, pastizales de ganado y arbolado disperso. Así, suele instalarse en dehesas, pinares y alcornocales aclarados, sotos próximos a áreas cultivadas y paisajes agrarios en mosaico.
De dieta básicamente insectívora, captura una gran variedad de invertebrados voladores (escarabajos, libélulas, etc.), además de otros grandes invertebrados terrestres, como saltamontes, grillos y escolopendras. Ocasionalmente puede consumir algunos pequeños vertebrados, como lagartijas, culebras y ratones, a los que da muerte con su recio pico.
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