En un año muy escaso en observaciones de avetorillos, esta mañana buscando pajarillos palustres por la sequia de Rabisanxo me toque justamente con una pareja de estas pequeñas ardeidas.
Al macho lo vi por los pelos porque estaba muy metido en el cañaveral y apenas se veía, no así la hembra que se movió un poco y me dio para alguna fotografía interesante.
Es una fecha un poco tardía para que estas aves aun estén por aquí, pero vamos, seguramente estarán a punto de marcharse.
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