CERNICALO PRIMILLA

El cernícalo primilla, de aspecto bastante similar al del cernícalo vulgar, se distingue de este por su menor tamaño y por una serie de características morfológicas que algunas veces no son fácilmente identificables en el campo, como sucede con el color de las uñas: blancas en el primilla, negras en el vulgar.

Los machos tienen la espalda rojiza, sin manchas, cabeza y cola son de color gris azulado. garganta y zona ventral de color crema con manchitas oscuras.  La hembra es de color más apagado y carente del plumaje gris azulado del dorso y del rojizo del dorso.

Ave colonial presente en zonas abiertas, cultivos extensivos, pastizales y estepas con presencia de ganado en extensivo. Necesita construcciones aisladas para ubicar las colonias. También en tajos rocosos y en ciudades, donde suele utilizar iglesias y torreones.

Esta especie es básicamente insectívora, y su dieta se compone de un variado conjunto de medianos y grandes invertebrados, desde escolopendras hasta escarabajos, si bien son los saltamontes, grillos y langostas los que forman el grueso de su alimentación. Ocasionalmente, estos halconcillos a los que no es inusual ver cazar en grupo predan sobre pequeños vertebrados, como lagartijas, roedores y pajarillos.

 

PASO MIGRATORIO POST NUPCIAL BAJO MINIMOS

Estamos a finales de agosto y seguimos sin noticias del paso migratorio post nupcial de los limícolas viajeros.

Este año en mis observaciones por la marjal, solo he visto andarríos, chorlitejos, algunos combatientes, algunos correlimos y un par de agujas colinegras.

No sé si será por el cambio climático o qué, pero cada año este paso lo observo más pobre tanto en cantidad como en variedad de especies, de hecho, hace años que no veo agujas colipintas, apenas avefrías y cada vez veo menos archibebes o agachadizas. Es un hecho comprobado que algunas especies de aves están cambiando los hábitos migratorios, como por ejemplo las cigüeñas, las cuales, en invierno, gran parte de ellas ya no viajan a África y se quedan en la península.

No solo pasa con las especies de acuáticas, sino también las aves de montaña. Hace pocos años, en la montaña valenciana limítrofe con Teruel era habitual poder fotografiar picogordos, pinzones reales, zorzales alirrojos y reales, mirlos capiblancos y otras especies afines y últimamente apenas se ven estas especies en los mismos lugares que antaño eran abundantes. ojalá solo sea una apreciación personal errónea, pero algo parece que este pasando con las migraciones.

En otra sesión de tumbing en una zona encharcada de la marjal, esperando fotografiar limícolas en paso y nos llevamos otro chasco, apenas un andarríos bastardo, algunos combatientes (mantuvieron la distancia y apenas un par de ejemplares se acercaron mínimamente) y algún correlimos zarapitin (estos fuera de distancia para foto, ni siquiera para alguna testimonial). Junto a estos limícolas, las inevitables cigüeñuelas, algunos moritos y algún pato. De las pardillas del otro día solo vi a dos de ellas, pero estuvieron muy poco rato y guardaron las distancias.