Un hermoso ejemplar de garza imperial me apareció por sorpresa mientras intentaba fotografiar una familia de zampullines chicos en la sequia de Rabisanxo.
Enseguida recelo por la cercanía del coche y solo estuvo allí 3-4 minutos. Suficiente para hacerle un puñado de fotos a esta especie tan bella y tan escasa en nuestra albufera.
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