Visitamos el estany de Pujol porque en sus orillas suele haber presencia de limícolas durante los pasos migratorios.
Un sencillo vallado perimetral de las orillas del lago ha ayudado sin duda a asentar la presencia de estas pequeñas aves migratorias a pesar de la alta densidad de personas que frecuentan este espacio de esparcimiento tan apreciado y valorado por multitud valencianos y valencianas.
En esta ocasión había pocas limícolas y además bastante dispersos. Normalmente las aves se mantienen en las zonas más alejadas del vallado y por lo tanto fuera de distancia de foto, aunque con paciencia algunas se van acercando y ya se ponen a tiro. Lo más destacado era la presencia de hasta cuatro especies de correlimos, el menudo, el común, el zarapitín y la sorpresa del gordo, una especie muy escasa por estos lares. También he podido observar algunos chorlitejos chicos y grandes, archibebe claro, cigüeñuelas y algunos somormujos juveniles pescando en el lago.
Evidentemente no todas estas aves se han puesto a tiro de foto, aunque afortunadamente la que más se ha acercado y me ha deparado una sesión excepcional ha sido el juvenil de correlimos gordo, una especie ciertamente escasa en nuestra albufera y toda una suerte haber encontrado a este ejemplar tan confiado.
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