martes, 7 de abril de 2015

APURANDO CON LOS LAGUNEROS

Estamos a primeros de abril y el proceso migratorio va a todo ritmo; se nota que están  llegando especies reproductoras y nos abandonan las invernantes, entre ellas las rapaces. Tanto es así que la mayoría de ratoneros y calzadas ya se han ido, y aunque los aguiluchos laguneros también han empezado este proceso, estos suelen ser de los últimos en hacerlo.
Siendo que parece que les he pillado el tranquillo y que hasta el invierno que viene no tendré oportunidad de volver a fotografiarlos, intento una última sesión con los laguneros antes de que se marchen a sus áreas de reproducción.
Además el tema de los laguneros aún no está cerrado, pues ahora tengo que intentar fotografiar algún macho adulto, los cuales parece ser que son bastante más escasos que las hembras. 
En esta ocasión el escenario ha sido una extensa mancha de carrizal con alguna zona inundada y un buen claro central y el método utilizado ha sido el mismo que en la anterior ocasión: esmerarse en la confección del hide (en este caso dentro de un espeso arbusto de taray) y utilizar conejo muerto de cebo.
Gracias a la cuidadosa y acertada elección de la zona, solo he necesitado un par de sesiones para poder fotografiarlo. El pero es que cumpliendo con la tendencia general, el ejemplar en cuestión ha sido una hembra o un joven. Parece que el tema de fotografiar al macho del lagunero tendrá que quedarse pendiente para el invierno que viene.  
Si bien es cierto que algunos laguneros se quedan a pasar el verano en la albufera, estos son muy pocos y están muy dispersos, lo que dificulta muy mucho intentar fotografiarlos en esta época. 











 

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